Me gustaría hacerte reír

Cada vez que te pienso, veo cómo se iluminan tus ojos cuando sonríes, y percibo esa risa que estalla como un dulce eco,… no puedo evitar desearlo.

No te busco en los grandes gestos ni en las palabras perfectas, solamente en ese momento en que olvidas el mundo, te relajas y dejas que la felicidad asome a tu rostro.

Hacerte reír es una forma de amarte, es ese acto íntimo, –casi sagrado– con el que mi alma se alimenta.

En nuestros días grises, en las rutinas que nos derrotan, entre esos pensamientos que nublan el corazón, me gustaría ser quien te robe ese instante de alegría, ese susurro, esa broma inesperada, tu mirada cómplice… cualquier excusa con la que poder arrancarte una sonrisa, tu adorable risa.

Tardes repletas de eternas risas, momentos que, bajo la oscuridad de la noche, nos encuentren abrazados, al margen del resto del mundo.

Conversaciones ligeras, tontos juegos de palabras aliviando el peso de los días.

Y el brillo de tus ojos cuando te ríes, ese que me hace sentir que todo vale la pena.

Días difíciles, silencios incómodos, cansancio y distancia.

Pero sobre todo en esos momentos, me gustaría recordarte que aún podemos reír.

Que mientras exista esa chispa de humor, siempre habrá un puente entre tú y yo, ese lenguaje subterráneo, –secreto– que solamente nosotros podemos entender.

Hay momentos en que me imagino –vislumbro– escenas, momentos.

Tú en medio de tus cosas, distraída, y yo apareciendo con alguna ocurrencia.

Deleitarme en tu sorpresa, tu ceño fruncido y súbitamente esa carcajada tuya que me derrite.

O encontrarnos en un mal día, y que sin pensarlo, con un gesto torpe o una palabra absurda, consiga cambiar tu ánimo, aunque sea por un mínimo instante.

Quizás el amor finalmente sea eso, desear ser refugio y alegría para el otro.

Y si pudiese hacerte reír, sentiré que te estoy dando algo valioso.

Porque tu risa es vida, es luz, es un extraordinario regalo.

Y me encantaría ser, quien más veces te lo inspire.

Anterior
Anterior

No hay marcha atrás

Siguiente
Siguiente

Que haces mañana?